viernes, 7 de julio de 2017

Los clubes de barrio

Deportivo Español lucha para seguir funcionando

“El Rojo no se toca”

Es el reclamo constante de los hinchas y socios. El club funciona en un predio prestado por el Gobierno de la Ciudad y en 2018 tendría que abandonarlo.


Hinchas, socios y vecinos del Deportivo Español comenzaron la campaña “El Rojo no se toca”. La finalidad de esta iniciativa es evitar que el Gobierno de la Ciudad le quite el predio ubicado en Santiago de Compostela y Castañares, al finalizar el comodato en 2018. De esta manera el club se quedaría solo con su estadio.

Los jugadores se sumaron a la campaña “Español no se toca” 
debido al futuro vencimiento del comodato en 2018.
Tras la quiebra, en 2008 se firmó un acuerdo que le permitía al “Espa” volver a abrir sus puertas. El club había estado cerrado y a punto de desparecer. La solución apareció cuando el Gobierno porteño, a cambio de la deuda de Español, se quedó con las tierras donde funcionaba el club y firmó un comodato para que pudiera utilizarlas. Un pedazo quedó para la institución, pero en otra parte comenzó la construcción de la escuela de formación de agentes de la Policía Metropolitana.


En ese momento, Español perdió los espacios en los que funcionaban la pileta, canchas de fútbol, básquet, softball, tenis, hockey y una pista de atletismo. Y conservó el estadio, además del bufet y otros lugares para recreación y deportes.

Por este convenio, que en 2018 llega a su fin, el “Gallego” ahora perdería lo que queda de su predio. Lo acordado con la jefatura de Gobierno porteña es que el club tenga, por 5 años, cuatro canchas de fútbol 11 y una confitería en el parque Indoamericano.

La campaña “El Rojo no se toca” es realizada por “UNIDOS POR ESPAÑOL” (UXE), una agrupación formada por socios autoconvocados. En cada partido de local, se escuchan canciones que parten desde la tribuna. Además, se reparten fotografías con carteles en los que se expresa el deseo de que el club continúe con sus instalaciones. Hasta los jugadores, cuando salen al campo de juego, muestran una bandera con la leyenda “# Español no se toca”.

“La presión social jugará un papel fundamental para que los terrenos continúen siendo de Español”. Daniel, socio del club

Otro problema importante que presenta la entidad es la falta de socios, ya que cuenta aproximadamente con 2000 personas y la recaudación no es suficiente para solventar sus gastos.

El Gobierno de la Ciudad quiere construir un centro universitario de formación de agentes de la Policía Metropolitana. Por eso, funcionarios de la fuerza, representantes del Ejecutivo porteño y miembros de la Comisión Directiva del club tuvieron reuniones para intentar resolver el conflicto. El arco de acceso al club, que en los años de esplendor lucía los colores rojo, blanco y azul, ahora se redujo y está dominado por el blanco y negro que identifica a la policía.

Desde la entidad muestran la firme intención de conservar los terrenos en los que aún funciona. Pero al mismo tiempo proponen que se sancione una ley que les otorgue un predio para seguir funcionando por un tiempo mayor a los 5 años que le propone el Estado. Es que Español vivió su época de gloria en los años 80, cuando llegó a tener más de 20.000 socios y las instalaciones del Bajo Flores se llenaban cada fin de semana aunque no se jugara algún partido. El éxito era tanto social como deportivo, ya que el equipo, que peleaba con los grandes en Primera división, permaneció varios años en la máxima categoría y hasta participó de algún torneo internacional. 

“La posible pérdida de los terrenos sería lamentable”, dicen socios y simpatizantes. Ellos, que se juntan en el bufet o en las tribunas los días de partido, hacen hincapié en que los principales afectados podrían ser más de 2000 chicos que deberían dejar sus prácticas deportivas. Les preocupa que del club en el que muchos se criaron quede apenas un estadio olvidado en el medio de un predio que poco tiene que ver con el fútbol y los deportes.