POR SEBASTIAN OVIEDO
“¿Me vas a grabar en tres cuartos, así de perfil?”, le preguntó Carnevale al camarógrafo que tenía la orden de registrar la charla. Como gran hombre del cine él sabía de qué se trataba todo esto. “Empecemos, dale”, soltó el director al recibir la respuesta afirmativa, en forma de un tímido pulgar levantado. La cinta empezó a correr.
En Anita tratás varios temas complejos: el atentado a la AMIA, la comunidad china y el manejo con chicos con capacidades diferentes. ¿Te pusiste algún freno con esto? ¿Te cuidaste de alguna manera en especial?
Sí. No quería caer en el lugar común de todas las películas que tratan temas complejos, como los chicos con discapacidad. Cuando uno se pone a escribir un guión, lo más probable es que se le ocurra que el protagonista caiga en manos de prostitutas, que lo violen o le pase algo trágico. Esos son lugares de tentación para muchos directores. Yo me dije “eso no”. Quería proteger a Alejandra (protagonista de la película). Además, siempre me pongo un límite: no generar escenas violentas para captar la atención del espectador.
¿No quisiste abusar del golpe bajo?
No, ese no es mi estilo. Además, la película ya tenía un golpe bajo como es el atentado a la AMIA. Y con respecto a los temas álgidos que hay en el film, tengo una mirada integradora. No me paró desde la homosexualidad, la discapacidad, las diferencias religiosas para contarlas. A mí me interesa más denunciar a la gente intolerante.
Mientras la cámara hacía un recorrido seguido de un acercamiento para tomar el perfil de Alejandra Manso, protagonista de Anita, quien acompañaba al director, Marcos seguía respondiendo.
¿Qué significa el éxito para vos?
El éxito de una película se basa en la cantidad de gente que la mira. Pero no crean que valoro más el número que la calidad del producto. No. Que al film lo vean muchos espectadores significa que hay un “boca a boca”. Implica que el que la vio primero se la recomendó al segundo. Y te repito: el éxito es que te vea mucha gente. Que te aplaudan de verdad.
¿Te gusta la televisión actual?
Mirá, he visto la tele de muchos lados. Y en Europa, por ejemplo, la televisión abierta es una porquería. Sobre todo las ficciones. El público de allá consume productos muy básicos. Y acá en la Argentina hay una audiencia más inteligente, más formada. Después hay productos buenos, malos y regulares, pero no hay que demonizar a nadie. Cada uno ve lo que quiere.
Pero a veces es difícil ver otras cosas cuando te muestren siempre lo mismo, como Showmatch.
Pero a Showmatch lo ves en El Trece y en los demás canales de aire. Si no te gusta, poné Discovery Chanel, HBO o el History. Pero no demonicemos a la gente que ve a Tinelli. El público busca entretenimiento. Showmatch no pretende ser Encuentro. Divierte, no juzguemos como lo hace. Además. Nadie te pone un chumbo en la cabeza para que lo veas.
La charla se terminó. Entre el sonido del trípode de la cámara, que se estaba cerrando, y los calambres en las piernas de los periodistas, por estar en cuclillas, quedaba tiempo para otra pregunta, pero no para otra respuesta. “De la Ley de Medios no quiero hablar. Es un tema complejo”, señaló Carnevale.
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